“Nosotros creemos que la mirada sensible de la mujer impacta en cada obra, en cada servicio, en cada hábito de la vida cotidiana y comunitaria. De esa manera, la mujer comunica y educa, produciendo así una verdadera transformación social. Por eso quisimos generar este espacio, para que se encuentren las voces, la escucha y la reflexión. A través de ese proceso,  cada acción podrá germinar para generar un cambio. […] Comenzamos a ser en una matriz de agua del vientre materno. Ese fue para todos nuestro primer mundo, somos seres del agua. Por eso, nuestro entorno nos constituye, pero en ese entorno no somos solos, somos creados en otro ser. […] cuando el agua se convierte en servicio es para todos. Por eso este encuentro de mujeres y hombres, porque no hay comunidad social sin una comunidad de mujeres. Porque no hay comunidad del agua, sin las mujeres del agua.”